Nos desplazamos hasta la ciudad de Linares (VII Región), para conocer en vivo y en directo un representante de los autos de origen europeo de categoría que reinaban en nuestras calles y carreteras durante buan parte de la década de los ochentas. Se trata del Renault 18 GTX Serie II Break (Station Wagon), ejemplar que encontramos en muy buen estado de conservación en manos de un oficial de Carabineros de esa zona.
No fue fácil reconstruir o al menos indagar en la historia que tuvo este exitoso modelo, que conocimos en Chile entre 1980 y 1990. Recurrimos al Departamento de Asistencia Técnica de Renault Chile, representada en la actualidad por DERCO. Entrevistamos al Sr. David Briones, Formador Técnico de Post Venta, que se ha desempeñado por espacio de 46 años en la marca del rombo, siendo una voz más que autorizada, a la hora de conocer las intimidades de este automóvil, que se mantuvo vigente dentro del line up de este fabricante, hasta que fue reemplazado por el 21/21 Manager y Nevada.
Se fabricaron más de dos millones de unidades
Este modelo, que en su época competía en Chile, con linajudos representantes del segmento D conformado por sedanes medianos como el Datsun Bluebird, Mazda 626 y Toyota Corolla 1.3/1.6 DX y Corona 2000, fue revelado mundialmente en el Salón de Ginebra de 1978 en su variante berlina, mientras que el Station lo hizo en el mismo lugar, un año más tarde, como sucesores del Renault 12, puesto que la marca tenía un vacío en el segmento de autos de tres volúmenes de cilindradas medianas y altas. En Francia se estuvo produciendo hasta 1989, totalizando más de dos millones de unidades, mientras que en Argentina se mantuvo vigente hasta noviembre de 1993. Su diseño fue obra del diseñador Gaston Juchet, jefe de diseño de la marca. De su ágil muñeca salieron modelos como el 12, 14, 15/17 y el lujoso 25, creado conjuntamente con Robert Opron .
Briones nos contó que el primer Renault 18 llegó como MY 1980, siendo fabricado con partes provenientes directamente de Francia y cerca de un 30% de sus componentes eran de producción nacional como baterías, neumáticos, etc.. Eran fabricados en la planta de Automotores Franco Chilena ubicada en Los Andes, donde compartían instalaciones con Peugeot.
Briones señala que el 18 fue de procedencia francesa hasta 1984, puesto que a contar del año siguiente, empezaron a llegar desde la hermana República de Argentina.
«Made in Chile»
Nuestro país tuvo el privilegio de ser el segundo país en el mundo en poder fabricar este modelo (también fue ensamblado en México y Venezuela). Las primeras versiones del 18 sedán fueron el 1.4 TL con escasos 64 caballos y el 1.6 GTS con 79 caballos de fuerza y doble carburador, los que se diferenciaban en equipamiento. Así el TL tenía una caja de cuatro relaciones, mientras que el 1.6 usaba una de cinco marchas. La primera versión familiar del 18 se conoció como 18 TS Break en 1984. Una particularidad es que las primeras producciones de esta variante eran bicolor, gris abajo y el color de la carrocería en el resto del auto, además de contar con parachoques plásticos y sistema de encendido electrónico integral.
En 1985 se incorporó la versión CKD del 18 de procedencia trasandina, evolucionando a los acabados TX, GTX y GTX Serie II, pasando a contar con un poderoso motor de 2 litros de desplazamiento con 103 caballos de fuerza. También nos comentó que llegaron versiones con caja automática de tres marchas del 18 TX. Este auto incluso corrió en el Rally chileno de manera oficial entre 1985-86 y semioficial hasta 1989 con el 18 GTX, que de fábrica traía 150 caballos, pero el equipo de mecánicos incrementó su potencia en 10 caballos de fuerza adicionales. El rendimiento del motor de 2 litros andaba del orden de los 8km/l en ciudad y 13km/l en carretera, aseveró el experto. Por último Briones nos comenta que en Chile se fabricaron del orden de unos 5.000 autos entre 1980 y 1990.
Diseño atemporal
Entre 1985 a 1990, el portafolio de productos de Renault en Chile consideraba todos los segmentos del mercado, partiendo por modelos de entrada como el R5 de 3 y 5 puertas, la clásica Renoleta 4S y el Renault 9 en versiones TL y GTS sedán. En la parte alta se ubicaba el 18 en variantes Berlina y Break. En el caso particular de la unidad en comento, para 1987 experimentó un sutil facelift, adoptando un frontal que lo acercaba más al mostrado por su hermano de tres puertas, el Renault Fuego.
Su frente era bastante inclinado para la época, con una máscara de menor tamaño, cuya parte alta era del color de la carrocería del auto, delimitada por un listón cromada que separa la superficie pintada de la sucesión de siete lamas. El logo iba al centro, mientras que una pequeña plancha con leyenda «GTX», la encontramos al costado derecho de dicha pieza. Los señalizadores pasaron de ser de color naranja a blancos. El paragolpes envolvente, era de resina plástica con dos listones paralelos que le daban más elegancia. Modelos anteriores, tenían las esquinas reforzadas con poliuretano.
De costado, apreciamos su clásica forma de auto familiar, con un detalle típico de los autos galos de ese tiempo, como lo era la antena de recepción de radio colocada al centro del parabrisas delantero. Los espejos, del tipo banderín, realizados en el mismo material de los parachoques, eran regulables eléctricamente. Los marcos de las ventanas, pilar B y manillas de las puertas eran de color negro. El vierteaguas, al igual que el roof rack para adicionar equipaje extra sobre el techo iban revestidos en cromo.
Contaba con paddings laterales gruesos que protegían las puertas de golpes o rasguños ocasionados por topones menores provenientes de otros autos o puertas al dejarlo estacionado. El zócalo dispone de un listón cromado y es de color negro, protegiendo esa zona de piedrazos o gravilla cuando se circula por caminos accidentados. Esta unidad contaba con cuatro guardafangos o aletas originales.
El Renault 18 calzaba neumáticos 175/70 SR13 el sedán y la station 185/70 SR 13. Las versiones más equipadas traían llantas de aleación de aluminio, mientras que las más básicas llantas de acero.
Por detrás, en el caso del 18 sedán, vemos que la línea de techo trazaba una suave caída hasta su portaequipajes que admitía 400 litros, mientras que el SW llegaba hasta los 430 litros. Una particularidad del sedán era su alerón trasero (que en Argentina lo bautizaron como «cola de pato»). Se trataba de una ornamentación que rodeaba todo el ancho del portamaletas y la zona de los ópticos, adoptada a contar del modelo de 1986.
Las luces traseras del sedán eran de forma semirectangular, las que combinaban luces de posición, freno, reflectantes (todas rojas), reversa (blanca) e intermitentes (naranjas). Éstas flanqueaban un amplio espacio para la placa patente. En el caso del Break, se disponía de un amplio cristal posterior con su correspondiente desempañador y limpiaparabrisas, mientras que las luces adoptaban una posición vertical. Una placa que reza «Renault 18 GTX» resaltando en letras negras sobre fondo cepillado metalizado «II», que alude a la evolución del modelo. El portamatrícula sigue siendo amplio, con un relieve plástico que alberga las luces de la patente. La cerradura se ubica en la parte baja central del portalón.
En cuanto a sus dimensiones, el sedán llegaba a los 4.397mm de largo, 1.686mm de ancho y 1.420mm de alto. Su batalla alcanzaba los 2.441mm. El station aumentaba su longitud hasta los 4.490mm, mientras que su altura era de 1.468mm. El resto de las cotas eran las mismas que las del sedán.
Las últimas versiones que se vendieron en Chile, TXE tuvieron sutiles cambios respecto del GTX II, como es la antena de color negro, nuevo diseño de llantas de aleación (que más bien se asemejaban a tapas de ruedas) y en el caso de la break contar con una parrilla de color negro.
Suntuoso interior
Interiormente, el Renault 18 destacaba por contar con un suntuoso interior, con asientos tapizados en textil de alta calidad, que luego en las versiones de despedida (TXE comercializadas en Chile entre 1989 y 1990) eran butacas revestidas en terciopelo que Renault denominaba pétalo. Las versiones GTX II y TXE además adicionaban apoyacabezas traseros, fijos en el caso del sedán, y regulables en altura y desmontables en el caso del SW.
Respecto de las impresiones que tenían los pocos medios especializados que existían por aquellos años, las impresiones son dispares, tratándose de revistas especializadas como «Milautos» en Chile o «Parabrisas» en Argentina. Mientras la primera alababa su buena habitabilidad y el espacio abundante de su cabina, la revista trasandina encontraba que el auto era angosto, y los pasajeros de atrás no disponían de gran espacio, llegando incluso a recomendar que atrás no viajase un quinto pasajero en viajes largos.
El tablero tenía la particularidad de contar con una visera antirreflectiva acolchada, que se extendía más alla del mero cuadro de instrumentos. A la izquierda del tablero estaba el pulsador del desempañador trasero, luego venía el cuadro instrumental, sumamente completo, partiendo por dos relojes análogicos centrales: velocímetro y tacómetro. A la izquierda y derecha de éstos se agrupaban una serie de testigos, mientras que al centro encontramos el indicador de nivel de combustible, temperatura del refrigerante del motor, y el bifuncional que indicaba el nivel y temperatura de presión del aceite.
Las luces se encendian desde un dial ubicado al lado izquierdo del volante, mientras que la palanca de los intermitentes permitía hacer el cambio entre luces bajas y altas. Aquellos olvidadizos/as que las dejaban encendidas, su descuido era recordado por una alarma sonora. Al lado derecho estaba el pulsador del lavador del parabrisas trasero y el cierre centralizado de puertas. El volante disponía de regulación de altura mediante una palanca, cuya operación no era del todo cómoda.
La notable minicomputadora
Sin embargo la mayor sorpresa tecnológica del Renault 18 estaba en una pequeña pantalla de cristal líquidom, ubicada a un costado del botón de los intermitentes de emergencia, se trataba de un innovador minicomputador de ayuda al manejo, que se incorporó de serie en los acabados más altos de la gama, como equipamiento de serie a contar de 1987. Tiene dos pequeñas teclas para recorrer las distintas informaciones, que a saber eran:
- Combustible en el tanque expresado en litros.
- Autonomía.
- Hora.
- Temperatura exterior.
- Consumo promedio.
- Consumo instantáneo.
- Velocidad promedio.
- Distancia recorrida.
El sistema de sonido lo conformaba una radio AM/FM estéreo, con sistema de búsqueda automática de emisoras, código antirrobo, visualización digital y reproductor de cassette autoreverse con 4 parlantes. Un comando satelital, ubicado bajo el volante, permite cambiar de estación y regular el volumen, una carácterística que luego se hizo extensiva a otros modelos de la marca.
Otra particularidad de este modelo era la presencia de una consola aérea en el techo (sobre el espejo retrovisor interior), con luces de lectura y de cortesía.
La versión Station disponía de un área portaequipajes alfombrada, con un cubreequipajes retráctil para proteger la carga de miradas indeseadas. Otro elemento de serie era su sistema de comando a distancia (electromagnético) para abrir o cerrar las puertas. Los pitutos de las puertas eran de un particular color rojo (que indicaba cerrado) o quedaba transparente para indicar abierto.
Su equipamiento era particularmente completo, partiendo por su sistema de dirección servo asistida, alzavidrios eléctricos en las cuatro puertas, espejos eléctricos, guantera con llave y luz, limpiaparabrisas de tres velocidades, vidrios térmicos. Las primeras versiones del Station adicionaban aire acondicionado, asiento trasero abatible, llantas de aluminio y focos delanteros regulables en altura.
La gama de colores contemplaba para el sedán nueve alternativas: beige, blanco, azul schiste (no confundir con chiste), gris boreal, gris fumée, gris winchester, glacier, nuage y rojo granada, que podían combinarse con las siguientes tonalidades de interior: azul, beige, cendré y gris.
Potente motor de 2 litros
Mecánicamente, el 18 GTX Serie II era propulsado por un motor bencinero dispuesto longitudinalmente, hecho en aluminio con cuatro cilindros en línea. Era el mismo que llevaba el Fuego. Su desplazamiento era de 1.995c.c., pudiendo entregar 103CV de potencia a 5.500 vueltas, mientras que su par alcanzaba los 159Nm a 3.000 vueltas. Iba acoplado a una caja manual de cinco relaciones, que transmitía la fuerza al eje delantero. Ciertas versiones disponían de una caja automática de tres relaciones.
El sistema de frenos era de doble circuito, servoasistido con presencia de discos ventilados delanteros y tambores traseros con válvula correctora sensible a la carga.
Según datos de ventas, proporcionados por el ex editor del sitio www.autocosmos.cl e investigador de la historia reciente automotriz de Chile, Alejandro Mariman, en 1990, según versión:
Renault 18 TXE Berlina MT: 60 unidades.
Renault 18 TXE Berlina AT: 86 unidades.
Renault 18 TXE Break: 81 unidades.
Renault 18 1.6 GTS MT: 50 unidades.
Fotos: Raúl Farías; Renault 18 2.0 GTX Serie II Break.