Subaru Corporation anunció la ampliación y profunda renovación de sus instalaciones y pistas de desarrollo y evolución de sistemas de asistencia a la conducción, ubicadas en Bifuka, Japón. A partir de octubre del presente año, todos los desarrollos futuros de la tecnología EyeSight así como del resto de tecnologías diferenciales de la marca que conforman su filosofía All Around Safety, podrán ser desarrolladas y evolucionadas a fondo en el renovado centro de desarrollo que recibirá una inversión total de 23 millones de euros.
Las instalaciones de Bifuka cuentan con una amplia superficie de 361 hectáreas y se crearon en 1995 para realizar pruebas de conducción en hielo y nieve durante el invierno, incluyen trazados de alta velocidad y de maniobrabilidad, así como zonas específicas para la conducción invernal. Uno de los grandes objetivos de Subaru es que sus funciones de seguridad puedan ser empleadas también en condiciones climatológicas adversas, ya que sus autos suelen ser utilizados con frecuencia en condiciones de baja adherencia.
La actualización y mejora del centro de pruebas, permitirá a Subaru Corporation contar con la mejor ubicación para probar a fondo todos sus nuevos desarrollos relacionados con la seguridad preventiva y asistencia a la conducción, incluyendo como última novedad, las incorporaciones y salidas de autopistas, curvas de alta velocidad e intersecciones urbanas. El objetivo principal de esta inversión no es otro que posicionar la marca como referente en seguridad activa, pasiva y preventiva, e ir incorporando paulatinamente la tecnología EyeSight a todos los modelos de la gama. En Chile, el recién lanzado crossover XV lo incorpora dos de sus versiones.
EyeSight es un sistema desarrollado por Subaru y empleado únicamente en sus autos. Fue introducido por primera vez en 2008 pero acumula 28 años de desarrollo y más de un millón de unidades vendidas. El asistente de conducción, funciona con dos cámaras estéreo que monitorizan lo que sucede delante del vehículo de manera similar a como haría el ojo humano, analizando la información recogida sobre las marcas viales de los carriles, y distinguiendo entre vehículos, peatones, señales de tráfico e incluso las luces de freno del vehículo que nos precede, para ofrecer un funcionamiento más natural en multitud de situaciones reales y reducir de forma considerable la fatiga del conductor. Su nivel de efectividad, le ha valido para obtener un gran reconocimiento a nivel internacional.