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Chevrolet Montana II Sport 1.8: Espíritu juvenil y alto equipamiento
SANTIAGO.- Julio 28 de 2011.- No es secreto que las Small Pick up sean muy apetecidas por clientes jóvenes que aman las actividades outdoor y en contacto con la naturaleza. La juventud toma estos vehículos casi como un ícono generacional (muchos recordarán el éxito que tuvieron a fines de los ochenta la Chevy 500 1.6 S o la VW Saveiro) y las marcas que compiten en esta categoría se preocupan por reflejar ese espíritu deportivo y juvenil. El trabajo, en este caso, pasa a ser secundario. Aunque hay muchas empresas que las compran para que sus ejecutivos se muevan confortablemente y con una buena capacidad de carga. En nuestro país, desde el año pasado hemos visto como se han renovado el Fiat Strada Trekking y VW Saveiro Comfort, principales rivales de la Montana Sport. Y hay que aceptar que los resultados fueron más que buenos: todas mejoraron a sus antecesores, pero la Montana mejoró notablemente, sobre todo en lo que a confort se refiere.
En materia de diseño, estamos ante una pick up de dos puertas y cabina extendida que mide 4.514 mm de largo, 1.700 mm de ancho y 1.578 mm de alto. Su peso aumento en 50 kilos con 1.150 kg versus la primera generación. La distancia entre ejes llega a 2.669 mm: si la comparamos con los rivales directos veremos que es de las más generosas y eso redunda en lo cómodo que es su habitáculo. Cuenta con una capacidad de carga de 733 kilos – 1.100 litros, una medida acertada. La ventanilla posterior es deslizante y cuenta con barras de protección. El portalón cuenta con llave y la parte superior del parachoques esta recubierta con plástico para impedir daños en las labores de carga. De serie monta neumáticos Goodyear de medida 185/60 R15 con llantas de aleación deportivas de 6 rayos gruesos.
Su diseño es un punto referencial, moderno y robusto. Su frontal agresivo va a tono con la nueva imagen corporativa que Chevrolet le ha dado a todos sus nuevos modelos. Presenta ópticos con intermitentes integrados de mayores dimensiones que los de su predecesora, los que le otorgan una imagen mucho más estilizada al conjunto. La resolución del sector lateral es acertado. El detalle: el escalón o side step que se ubica como una muesca entre la puerta y la rueda trasera, facilita las labores de carga y descarga desde el pick up. Merece destacarse una presentación exterior cuidada (molduras, terminaciones, plásticos en negro mate, alerón, llantas, etc.) que le otorga un perfil alto y una personalidad definida. Además en la zona de carga cuenta con dos detalles interesantes: una luz para la zona de carga que se activa desde un mando situado en la consola central, cubrepick up de fábrica y un alerón de techo que permite resaltar su atractivo.
Ahora vamos con el rendimiento específico que entrega su mecánica de cuatro cilindros que cumple la normativa Euro IV, de 1.796 c.c., ocho válvulas con 105 CV de potencia que se obtienen a las 5.400 rpm y un par motor progresivo desde las 3.000 vueltas todo comulgado con una transmisión manual de cinco velocidades. Es el mismo propulsor de su predecesora pero que ha sido objeto de algunos retoques: acelera suave y contundententemente transmitiendo adrenalina a su conductor. Tiene un comportamiento agradable gracias a su suspensión más rígida en un conjunto semi-independiente), en ciudad se mueve bien y sortea con hidalguía las trampas urbanas; allí el despeje resulta fundamental para transitar impunemente por badenes, lomos de toro.
En suma, esta nueva generación de la Chevrolet Montana Sport mantiene el espírìtu joven cercano a la naturaleza, a la vida sana, sin envidiar en nada al confort de un automóvil, apta para circular de forma ágil y segura, tanto en ciudad como en carretera con un look deportivo y juvenil. Sin duda un nuevo acierto de Chevrolet.
Por Raúl Farías D´H.; Destacados News
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Christian
21 junio, 2014 en 9:38 am
Excelente reportaje!!! Felicitaciones!!!