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Mercedes-Benz estrena en Chile la dinámica e inconfundible variante Coupé del GLC

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En marzo pasado tuvo lugar el estreno de la segunda camada del GLC (tercera si consideramos al GLK nacido en 2008), en formato de SUV, pero restaba por conocer a su hermano deportivo, el GLC Coupé, procedente de la factoría alemana de Bremen, que replica lo visto en el deportivo utilitario, pero con la novedad de sumar el paquete de apariencia AMG Line. Llega en tres versiones, dos líneas de equipamiento y dos motorizaciones, con valores que fluctúan entre los USD 70.000 y USD 85.000.
La transición perfecta entre los faros y la parrilla del radiador acentúa la anchura del vehículo. El logo Mercedes-Benz se encuentra de serie en la cubierta de la parrilla del radiador. En virtud del kit de apariencia, existe un look Avantgarde y otro AMG Line. Los Avantgarde cuentan con parachoques con detalles cromados versus una apariencia deportiva con entradas de aire y luces LED AMG, en los AMG Line. Equipan luces LED High Performance con un tono muy parecido a la luz diurna, lo que hace que no se canse la vista, sobre todo a la hora de hacer viajes largos.
Las dimensiones subrayan el aspecto dinámico y musculoso de esta tipología. Con una longitud de 4.763 mm, es 31 mm más largo y 5 mm más alto que su predecesor. El ancho de vía es mayor: 6 mm delante (ahora 1.627 mm) y 23 mm detrás (ahora 1.640 mm). La mayor longitud del vehículo beneficia la distancia entre ejes y los voladizos delanteros y traseros. La anchura se mantiene en los 1.890 mm.
Otro elemento curioso de los coupé es que tienden a perder carga aerodinámica trasera, donde encontramos una especie de spoiler que forma parte del portalón. Es decir, a ese nivel los ingenieros de Mercedes-Benz se ocuparon del tema aerodinámico, en términos de ruido y de eficiencia.
El diseño moderno y reducido de los paneles de las puertas enmarca ambos extremos del salpicadero. El panel central de la puerta con reposabrazos integrado pasa de una superficie vertical a una horizontal.
El nuevo GLC Coupé está disponible con propulsión electrificada, en variantes a gasolina y turbodiésel. Las unidades híbridas suaves incluyen un generador de arranque integrado (ISG) de segunda generación y un sistema eléctrico a bordo de 48 voltios. El generador de arranque integrado en las variantes Mild Hybrid apoya al motor de combustión, especialmente a bajas revoluciones. Complementado con el turbocompresor, ofrece una potencia excepcional.
El primero corresponde al GLC 200 4Matic que porta un motor de 2 litros turbo con 204 Hp de potencia y 320 Nm de par, con un rendimiento mixto de 13,5 km/l. El segundo corresponde al GLC 220d 4Matic, que es animado también por un 2 litros turbodiésel con 197 Hp de potencia y 440 Nm de par. Su rendimiento mixto es de 18,2 km/l. Ambas plantas motrices van acopladas a una transmisión automática de nueve marchas (9G-Tronic) y sistema de tracción integral 4Matic, que considera vectoring, un programa que simula una suerte de bloqueo de diferencial y modos de manejo.
- 9AB
- Rueda de emergencia con herramientas para realizar el cambio
- Protección Guard 360° con alarma antirrobo y sensores volumétricos
- Detector activo de cambio de carril
- Servofreno de emergencia activo que reconoce autos circulando o detenidos en la zona de peligro y frena el auto en caso de emergencia
- Autohold
- Attention Assist
Texto y fotos: Raúl Farías; Mercedes-Benz GLC 200 4Matic en Plata Mojave Metalizado
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